Reseña: libro: El diablo viste de Prada

Género: novela Chick lit
Autora: Lauren Weisberger
Editorial: DeBolsillo
Cómo lo adquirí: lo descargué y luego lo intercambié para hacerme con la edición papel.

Sinopsis breve: Andrea quiere trabajar para el New Yorker y consigue un puesto como ayudante de Miranda Priestly, un puesto por el que miles de chicas darían un ojo de la cara y que le ayudará a lograr su sueño… si logra aguantar un año entero.

Cuestiones del marketing que me han llamado la atención: es un libro que se ha vendido en muchos países y que se ha mantenido muchas semanas entre los más vendidos. Han hecho una película realmente buena de él, con ligeras diferencias, que vi porque no había nada más en la tele y que consiguió que me decidiera a leerlo, porque hasta ese día el título me inspiraba no pocos prejuicios. Posteriormente me he enterado de que posiblemente el libro sea inspirado en la propia experiencia de la autora en el mundo de la moda, ya que trabajó para la editora jefe de Vogue.

La portada del zapato, creo, es la que más se adapta al contenido del libro, es sencilla, eficaz y estética (se usó un cartel similar para la película). Las otras tienen un look que solo califico como neoyorkino, porque todos los libros de mujeres de NY y de estilo chick lit tienen portadas con un estilo similar, especialmente la de sombras y las figuras espigadas. Por último, decir (por si alguien no se ha dado cuenta, cosa que dudo) que la edición DeBolsillo (de cualquiera de los colores) es una copia en zoom y cortada de la de Plaza&Janés. Prefiero el blanco, queda más estético que esos colores tan chillones. También os he dejado el cartel de la película que no tiene el zapato, porque me parece muy ilustrativo.

Mi puntuación para este libro es...

¿Por qué esa puntuación?: he disfrutado mucho leyendo el libro, tanto por la sátira como por la forma de escribirlo de la autora, que es capaz de trasladarte la ansiedad de Andrea a cada momento. 

Andrea es una chica un poco inocente en cuanto a lo que es el mundillo laboral y cuando le dicen que su nuevo trabajo es lo más no cae en la cuenta de que todo el mundo está tratando de convencerla y de que tiene que haber gato encerrado. Así que se ve inmersa en un mundo que no es el suyo, con la presencia constante de Miranda, que hace que todos la teman aun cuando no está presente (muy graciosa esa forma en que todos los personajes se sentían en la necesidad de rectificar sus críticas a Miranda con elogios cada vez que se quejaban, como si ella les espiara). 

Según avanza el libro, vas viendo cómo Andrea va cediendo poco a poco a la presión social y empieza a perder de vista las cosas importantes. Incluso se siente atraída por un guapísimo escritor creído, Christian, cuando tiene un novio genial. 

También me ha llamado la atención el marido de Miranda, que habla en tercera persona. Una única cosa a favor de la bruja: se preocupa por sus hijas y pasa tiempo con ellas.
Otras reseñas de libros de la autora en este blog: Persiguiendo un diamante

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